
Todo el mundo conoce el formato DIN A4, ya sea en la oficina, en la escuela o al abrir el correo. Es posiblemente el ejemplo más famoso de cómo las normas moldean nuestra vida diaria. Los tamaños de papel como DIN A4, A5 o C4 garantizan que documentos y sobres encajen a la perfección, en todo el mundo.
Las normas están en todas partes: garantizan uniformidad, capacidad de comparación y compatibilidad. Ya sea en la ingeniería mecánica, en la electrotecnia o en el formato del papel, facilitan el intercambio de bienes y conocimientos más allá de las fronteras y son la base de un comercio internacional funcional. Sin unos estándares claramente definidos para medidas, procedimientos o criterios de calidad, nuestro mundo globalizado sería prácticamente imposible. Pero, ¿cómo surgen estas normas, cuántas existen actualmente y están ellas mismas estandarizadas?
¿Cómo surgen las normas?
Todo comenzó a principios del siglo XX con un pequeño pasador cónico, una parte de las ametralladoras. Como diferentes empresas lo fabricaban, era necesaria una guía de construcción unificada. Por eso, las principales empresas alemanas fundaron en 1917 el Comité de Normalización de la Industria Alemana (NADI). Pocos meses después nació la DIN 1, que definía las medidas de los pasadores cónicos. Desde entonces, se han añadido miles de normas; en Alemania hay actualmente unas 40.000.
Hoy en día, DIN también es la abreviatura de la asociación que promueve los estándares y significa Instituto Alemán de Normalización. No está gestionado por el Estado, sino que es de organización privada y reúne todos los sectores industriales. Más de 30.000 expertos de diversas empresas crean nuevas normas por consenso y las someten a debate. Este es el principio que siempre ha seguido la asociación. Las propuestas presentadas se discuten en un grupo de expertos, se presentan públicamente y solo se implementan en la práctica si hay acuerdo fundamental entre los participantes. Para garantizar el cumplimiento de estos procesos existe —cómo no— una norma: la DIN EN 45020.
Para que las normas acordadas a nivel nacional sean reconocidas en Europa o a nivel mundial, pueden presentarse al Comité Europeo de Normalización (CEN) o a la Organización Internacional de Normalización (ISO). Estas mantienen listas separadas con los códigos EN o ISO. Por ejemplo, la DIN 476, que define los formatos de papel, es equivalente a la DIN EN ISO 216, que es válida en Europa y el resto del mundo. Como todas las normas, no es vinculante legalmente, pero ha prevalecido debido a sus ventajas para la industria y los consumidores.
La DIN 476 – norma alemana para formatos de papel
Tras siglos de uso de diversos formatos de papel en Alemania, en 1922 se aprobó la DIN 476. Tuvieron que pasar 14 años para que los tamaños se usaran de forma estándar en correspondencia oficial y administrativa, pero desde entonces nos regimos por ellos y, con nosotros, la mayor parte del mundo. Especialmente en Europa, no hay prácticamente competencia; en Norteamérica y Japón existen formatos algo diferentes.
La DIN 476 se divide en las series DIN A, DIN B, DIN C y DIN D, todas con una proporción de 1:√2 (ancho: alto). Así, al dividir a la mitad, se obtiene siempre el siguiente formato menor. El punto de partida es exactamente un metro cuadrado (DIN A0).
DIN A – la base de todos los formatos de papel
La llamada serie preferente A, compuesta por formatos cortados, es la base de todos los demás. Es la norma de papel más conocida y utilizada. El punto de partida es el formato DIN A0, que tiene exactamente un metro cuadrado de superficie. Si se divide una hoja DIN A por la mitad se obtienen dos hojas del siguiente formato más pequeño, siempre en una proporción 1:√2. Esta proporción asegura que, al reducir o ampliar, los contenidos se ajustan proporcionalmente sin distorsión.
El formato más conocido es el DIN A4, estándar mundial para correspondencia empresarial y oficial. Flyers, revistas, menús o folletos suelen producirse en formatos DIN A. La estructura clara y la sencilla escalabilidad hacen que la serie A sea el corazón de la organización moderna de impresión y oficina y ofrecen óptimas condiciones para la producción en impresión colectiva.
| Format | Medidas DIN en cm | Usos |
| A0 | 84,1 x 118,9 | Planos técnicos, mapas, planos de construcción |
| A1 | 59,4 x 84,1 | Carteles, calendarios, hojas de papel de regalo, rotafolios |
| A2 | 42,0 x 59,4 | Escritorio, carteles, pósters |
| A3 | 29,7 x 42,0 | Carteles, calendarios, blocs de dibujo |
| A4 | 21,0 x 29,7 | Revistas, menús, papel de carta, publicaciones |
| A5 | 14,8 x 21,0 | Blocs de notas, flyers |
| A6 | 10,5 x 14,8 | Postales, tarjetas de índice, flyers |
| A7 | 7,4 x 10,5 | Tarjetas, pegatinas, notas, entradas |
| A8 | 5,2 x 7,4 | Tarjetas de visita, etiquetas, pegatinas, cartas de juego |
| A9 | 3,7 x 5,2 | Pegatinas, etiquetas |
| A10 | 2,6 x 3,7 | Pegatinas, etiquetas |
DIN B – formato de hoja y el mayor de las series normadas
La serie DIN B es menos conocida pero juega un papel clave en la industria de la impresión. Su tamaño es intermedio entre los formatos A: por ejemplo, B4 es más grande que A4 pero más pequeño que A3. Originalmente se desarrolló para formatos de hoja sin cortar, que se recortan posteriormente a tamaños A. Por ello, los formatos B son ideales como envoltura para el formato A correspondiente. Además, se usan frecuentemente en aplicaciones especiales como atlas, libros o carteles que requieren más espacio que los de la serie A.
DIN C – el envoltorio perfecto para la serie A
La serie DIN C está adaptada a los formatos A y fue desarrollada especialmente para sobres, carpetas y embalajes. Una hoja A4 cabe perfectamente en un sobre DIN C4, mientras que un sobre DIN C5 es ideal para una hoja A4 doblada a tamaño A5.
Por eso la serie C y el formato especial DIN largo son componentes imprescindibles en la oficina y el envío postal. La variedad de sobres asegura que los documentos de impresión en diferentes formatos se puedan empaquetar y enviar de forma segura, sin doblarse ni sobresalir. Práctico, eficiente y sistemático: típico DIN.
DIN D – el formato olvidado
La serie DIN D apenas se utiliza hoy en día. Los formatos, comparativamente mucho más pequeños que los de las otras series, casi nunca se usan y solo aparecen de forma esporádica, por ejemplo en las dimensiones de las cajas de DVD.
Conclusión – bien normado, bien organizado
Ya sea en la oficina, en la imprenta o en el buzón, los formatos DIN nos acompañan siempre, casi sin darnos cuenta. Garantizan que papel, sobres y máquinas funcionen a la perfección y que no surjan pasos intermedios innecesarios. Lo que a primera vista parece una regla árida, es en realidad un sistema bien pensado que une eficiencia, sostenibilidad y practicidad en el día a día. Y justamente por eso el formato DIN se ha impuesto en todo el mundo como modelo de orden, fiabilidad y buen diseño en papel.
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